martes, 17 de febrero de 2015

René Lavand, príncipe de la baraja

Comparto aquí este mágnífico artículo de LEILA GUERRIERO  sobre la vida de René Lavand

Para ser quien fue —uno de los mejores ilusionistas del mundo en el arte del close up, como se llama a la magia de cerca hecha con naipes y objetos pequeños—, René Lavand —nacido Héctor René Lavandera en septiembre de 1928, en Buenos Aires, y fallecido el 7 de febrero de 2015 en la ciudad de Tandil— tuvo que perder mucho. En febrero de 1937 tenía 9 años, y vivía con su familia en un pueblo llamado Coronel Suárez, cuando aceptó el desafío de unos amigos: cruzar la calle. Él, hijo único y sobreprotegido, jamás había cruzado solo, pero esa vez lo hizo y el destino le saltó al cuello con la furia de un diablo: un auto lo atropelló, le aplastó el antebrazo derecho contra el cordón de la vereda, y tuvieron que amputarlo por debajo del codo. La rehabilitación —era diestro, perdió la mano derecha— fue dura pero él, traccionado por una voluntad olímpica, no se conformó con aprender a usar la que quedaba —inhábil, izquierda— para lavarse los dientes o atarse los cordones, sino que le impuso una tarea titánica: la de mutar, de torpe, a extremidad dotada de destreza exquisita. Así, empezó a practicar juegos de cartas que ya lo habían deslumbrado a los 7 años, después de ver, en un teatro, a un mago llamado Chang.


Al principio, los naipes resbalaban y se le caían, pero a los 17 ya los dominaba razonablemente bien. La vida, sin embargo, se puso difícil. Su padre murió y él, con 18, tuvo que empezar a trabajar. Entró en el Banco de la Nación, donde permaneció una década, pero en 1960 ganó una competencia de ilusionismo y dos teatros importantes de Buenos Aires le ofrecieron formar parte de un espectáculo. Se bautizó con nombre francés —René Lavand—, empezó a vestir frac y moñito —y a desarrollar ese aire de fullero del Oeste americano o dandi de película de James Bond— y, mientras su mano implacable manejaba las cartas sobre el paño, él, con voz profunda, enhebraba relatos en los que citaba a Borges, a Shakespeare, a García Márquez. Aunque no los había leído nunca —“yo leo poquísimo”—, dejaba caer las frases con la autoridad de quien conoce las obras completas.

En 1961 lo invitaron a presentarse en elEd Sullivan Show y en el programa de Johnny Carson, en Estados Unidos. Desde entonces, devino un ilusionista ante el que se prosternaron colegas de todas partes. “Yo no me creo talentoso”, decía. “Creo que soy un hombre que transpira mucho. Uno tiene que trabajar para mecanizar la cosa, y asegurarla de tal manera que no pueda fallar (...) Todas las técnicas que uso son técnicas de tahúr. Mezclas falsas, enfiles, dadas de segunda, de tercera, de cuarta. (...) Yo jugué, por plata, entre mis 18 y mis 21, 22 años (...) Pero (...) dejé. Porque una cosa es burlarse de la gente y otra la bella y sutil mentira del arte”.
En el escenario —y en la vida— mantenía la mano derecha en el bolsillo, lo que le daba un aire reservado, distante. Jamás quiso una prótesis moderna (usaba una de madera, que cierta vez le partió en la cabeza a un hombre que maltrataba a una mujer mayor), y nadie lo escuchó lamentarse por lo que le faltaba. “Es muy puteador”, decía años atrás José Fosco, uno de los dos discípulos a los que Lavand reconocía como tales, “pero jamás lo escuché putear porque le faltaba la mano”.
Si se le preguntaba por qué no había tenido más discípulos, Lavand decía: “Porque estoy harto de los discípulos que no quieren admitir que no saben nada. El discípulo llega acá con un desconocimiento inconsciente: no sabe nada, y ni siquiera sabe que no sabe nada. Trabaja, se esmera, transpira, y llega a tener un desconocimiento consciente: no sabe nada, pero sabe que no sabe nada. Después trabaja, se esmera, transpira: ahora sabe, y sabe que sabe. Pero debe trabajar todavía mucho más, esmerarse y transpirar hasta lograr un conocimiento inconsciente: hasta haber olvidado que sabe. Entonces, y sólo entonces, el conocimiento habrá llegado al músculo. Y hasta que no llega al músculo, el conocimiento es sólo un rumor. Pero hay poca gente dispuesta a hacer ese camino: lleva décadas”.
No era un entretenedor, sino un artista que se arrojaba al vacío buscando el gesto perfecto capaz de aniquilar la incredulidad de los hombres. En busca de ese gesto modificó un clásico juego declose up llamado Agua y aceite: tres cartas rojas y tres cartas negras que, dispuestas en forma alternada, terminan siempre juntas, las rojas por un lado, las negras por el otro. Si se dice que la magia es posible porque la mano es más rápida que la vista, Lavand dinamitó esa creencia al hacer su versión de Agua y aceite, que llamó No se puede hacer más lento. Con movimientos de lentitud exasperante, las tres cartas negras y las tres cartas rojas terminaban unidas bajo el embrujo de su mano inverosímil.
Vivía con Nora, que estuvo con él durante más de tres décadas, en las afueras de Tandil, a 400 kilómetros de Buenos Aires, en una cabaña de troncos llamada La Strega. En esa cabaña decorada con sombreros, candelabros y bastones, pasaba horas repasando sus juegos en “el laboratorio”, una mesa redonda cubierta por un paño verde. Tenía cuatro hijos de dos matrimonios anteriores y, en su cabaña, un cartel que decía: “Niños ajenos, sólo disecados”.
Conducía con habilidad un Audi último modelo, con caja automática y sin adaptación especial. Era obsesivo, educado, dueño de la discreción de quien guarda secretos, valiente, blasfemo gozoso —“yo no digo que no exista Dios. Digo que, si existe, es un jodido”— y cascarrabias de manual: “Soy un hombre de reacciones, soy un paranoide. Yo soy un hombre que ha tenido un accidente duro y reacciono en consecuencia”.
No había sitio de América Latina donde no fuera conocido, y recordaba con afecto a los magos Juan Tamariz y Arturo de Ascanio, que lo habían ayudado mucho en España, país que había visitado por primera vez en 1982 y donde, se jactaba, la gente era capaz de recorrer 500 kilómetros para ver su actuación. “Yo podría vivir en cualquier lugar, pero todo hombre debe tener un lugar al que volver. Y Tandil es mi vértice”.
Viajaba por el mundo con una maleta en la que llevaba todo lo necesario para hacer su arte: un mazo de cartas de cinco dólares. Había practicado esgrima, y era un talento, pero dejó por miedo a lastimarse la mano: la portentosa mano que quedaba. José Fosco, su discípulo, decía: “Es el mejor con un mazo de cartas. Un esgrimista. Puede dudar, pero cuando da una estocada, mata. Es un escorpión. Infalible”.
René Lavand murió el 7 de febrero de 2015 cerrando un círculo extraño: fue otro día de febrero, 78 atrás, cuando aquel accidente le quitó la mano y le dio, al mismo tiempo, en un gesto cruel y perfecto, todo.

Fuente texto: http://cultura.elpais.com/cultura/2015/02/13/actualidad/1423783014_937910.html

sábado, 22 de noviembre de 2014

Primeros eventos

La motivación y la ilusión se respira en el ambiente. Debo decir que las reuniones están siendo entretenidas, divertidas y distendidas. Personalmente estoy disfrutado mucho y parece que este nuevo curso va a tener muy buena pinta. Agradecer a Álvaro su charla sobre la con conferencia de Murphy, en la que explicó como estructurar una sesión además de un montón de detalles y técnicas sobre temas de gran interés a la hora de actuar como los nervios, el carisma, enganchar al público, el guión, la naturalidad, el humor... Sin duda provechoso e interesante para todos.


Por otro lado también hemos asistido a la conferencia de Jim Krenz en Valladolid. Aparte de lo bien que lo pasamos en a conferencia y de lo enriquecedor que es ver a un mago con su particular estilo, agradecer la acogida que siempre nos brindan nuestros amigos del CIV (Círculo de Ilusionismo Vallisoletano) que nos hacen sentir como en casa.



Peloteos aparte, son muchos los proyectos, las ideas y las ganas con las que contamos este año. Espero que día a día las hagamos crecer. Un fuerte abrazo a todos

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Un nuevo curso con nuevas ilusiones

Empezamos este nuevo curso 2014-2015 en el círculo ilusionista burgalés con muchas ganas y cargados de ilusión. Hemos cargado pilas este verano y estamos llenos de energía para poder disfrutar de todo lo que nos espera. Lo cierto es que algunos ya hemos empezado a disfrutar actos tales como el celebrado en Valladolid (una semana mágica en la cúpula del millenium) y de un gran viaje a los clásicos de la magia, rodeándonos de los mejores magos de panorama nacional.


Bienvenidos a un nuevo curso lleno de actividades, congresos, espectáculos, talleres, seminarios, conferencias, cenas mágicas... Solo hay que ver el calendario y eso que acabamos de empezar. 
Desearos a todos un buen comienzo de curso y mucha magia.

Coelho, Paulo: 
"La magia es un puente que te permite ir del mundo visible hacia el invisible. Y aprender las cosas de ambos mundos"

martes, 9 de julio de 2013

Crónica de la actuación de Karim y Morrison el Magnífico

¡Han llegado las fiestas! Y para nosotros eso siempre significa leerse el programa en busca de todo lo que huela a magia. Desgraciadamente ya no se celebra la carpa mágica que patrocinaba San Miguel, pero eso no quiere decir que los magos no podamos disfrutar de las actuaciones de otros compañeros (y este año además de amigos) durante estas fechas

El día 6 de Julio actuaron dos grandísimos artistas como Karim y Morrison el Magnífico en el teatro Clunia. Miguel, Adrián y yo mismo presenciamos uno de los espectáculos más divertivos que hayamos visto en meses. El talento de Karim como monologista de Paramount es indiscutible, que junto con el humor y la experiencia artística de Morrison da como resultado un show en el que el público no paramos de reír casi desde el minuto 1.

Mágicamente hablando, en general los juegos que realizaron ambos artistas no fueron muy espectaculares, pero ellos consiguen, con su calidad, hacer de un espectáculo mágicamente pobre, un gran espectáculo que derrocha humor y profesionalidad por todos los lados.

La actuación empezó aproximadamente a la hora fijada. El primero en salir fue Mórrison, con su característica indumentaria de Cawboy. El mago de Port Aventura consiguió hacernos abrir la boca cuando arrugó ese cucurucho de papel en el que había una botella en su interior.

Posteriormente dio paso a Karim, al que según palabras de Morrison les une una larga relacción de amistad, que salíó a escena para demostrar su calidad como monologista e hizo reír a todo su público desde que se puso delante de nosotros. Karim demostró con sus chistes conocer los tópicos de la capital burgalesa que arrancaron las carcajadas más sonoras durante su intervención.

Realizó un juego de carta al bolsillo que nos resultó muy familiar ya que todos hemos leído cierta obra en fascículos y muy probablemente hayamos realizado ese mismo juego todos nosotros alguna vez. También realizó un juego de baraja invisible después de hacer aparecer de un pañuelo una peculiar paloma que no se veía muy vital ya que no consiguió remontar el vuelo cuando fue liberada (era una paloma de plástico que fue utilizada para elegir a un espectador que ayudó al mago con el juego de baraja invisible).

La presentación del efecto fue original y de gran fuerza mágica ya que el espectador elije con libertad una carta de la baraja española y el mago la encuentra dada la vuelta dentro de una baraja francesa. En mi opinión es una manera de darle más fuerza a un efecto espectacular por si solo. Por último Karim se despidió del público burgalés con un número musical de manipulación de naipes. Una muy buena manera de poner punto y final a una intervención que estará en nuestra memoria durante mucho tiempo.

A continuación regresó Morrison para realizar unas pizarras espiritistas. El artista supo crear una atmósfera misteriosa a la par que divertida con una presentación del efecto de una calidad profesional enorme. Éste simulaba entrar en trance y que notaba presencias paranormales que no hacían sino arrancar risas en el patio de butacas.

Finalmente nos pudimos fotografiar con los artistas a la salida del evento. Una actuación que recordaremos durante mucho tiempo y una manera muy buena de pasar los últimos momentos de las fiestas de San Pedro y San Pablo de este año 2013.
 

¡¡¡ Hasta la próxima !!! 







domingo, 19 de mayo de 2013

Primer viernes de blog

Bueno pues aquí comenzamos nuestra graciosa andadura. Que magnifico viernes hemos pasado. En la reunión hemos estado Jesús, Álvaro, Adrián, Iván y yo (espiritualmente ya que llegué tarde, muy tarde...).

Empezando por la derecha Adríán, Jesús, Iván y Álvaro
Según tengo entendido han estado contando anecdotillas de Almusaffes y del pasado concurso de Burgos talento (cuyo ganador fue un miembro del Círculo, pero no diré su nombre para no parecer chulo). No tengo claro si se hizo algún juego como estaba programado. Lo que si que sé es que me reservo los que no hice para la próxima reunión: Uno con la Si-Stebbins-Galazzo de Jesús Etcheverry publicado en el último número de la revista ilusionismo, y una versión de las trece simpáticas de tamariz en versión improntu.


¿Qué os parecería hacer un día una puesta en común de versiones de las trece simpáticas, creo que hay un montón y se que muchos de vosotros tenéis versiones diferentes del juego muy trilladas?

Un abrazo a todos y hasta la próxima!!!